La pascua judía, más conocida como fiesta del Pésaj es la festividad en la que se celebra la salida del pueblo hebreo de Egipto y que representa el origen del pueblo liberado de la esclavitud según se representa en el libro del Éxodo.
En el judaísmo existen tres fiestas de peregrinaje (Shloshet HaRegalim) del judaísmo basadas en los peregrinos que se dirigían al Templo de Jerusalén para realizar ofrendas. Estas tres fiestas de peregrinaje son el Pésaj(del que hablamos en el tema actual), el Shavuot (Pentecostés) y el Sucot, que es la fiesta conocida como fiesta de las Cabañas o fiesta de los Tabernáculos.
El Pésaj es también conocido como Fiesta de la Primavera, puesto que en el hemisferio Norte comienza en esta estación del año. En el Pésaj se pide en los rezos que haya rocío debido a que se trata de un momento de sequía en Israel. El rezo por la lluvia se reserva para el invierno.
Esta festividad dura un total de siete días, aunque existe una controversia debido al error de cálculo por los diferentes calendarios. Por ello se añade un octavo día denominado Diáspora. Durante estos días está prohibido comer alimentos derivados de cualquier cereal que esté fermentado (Jametz). Lo único que se puede ingerir es el pan ácimo (Matzá). La razón de esto es porque en su huida de Egipto, el pueblo no tuvo tiempo de poder fermentar el pan, que iba a consumir por el camino, y es por ello que durante estos días, en conmemoración, se prohíbe el consumo de estos productos.
En la Orden Pascual (Seder de Pésaj) que es celebrada la primera noche de festividad (las dos primeras de la Diáspora) se realiza una cena tradicional en la que es relatada la historia en la que los judíos salieron de Egipto con una pregunta clave: “¿Por qué esta noche es especial?”. A su vez también es tradición brindar en varias ocasiones donde son representados los elementos del Plato del Séder (Séder es la cena en sí).
No obstante, al existir dos interpretaciones distintas entre los sefardí y los askenazí, la celebración es distinta para cada caso, contando cada una de ellas con una versión propia del Sidur (libro de oraciones).
Por otra parte, esta celebración cuenta con una similitud con los simposios griegos, donde se colocaba una mesa en el centro, alrededor de la cual y acomodados con almohadones, los asistentes debatían durante toda la noche sobre temas determinados.